El perito calígrafo es un profesional histórico en el derecho, pero no homologado en España.
La experiencia como Abogados y peritos especializados en el cotejo de firmas nos ha enseñado que la función del perito calígrafo no se sostiene en ciencia y/o técnica objetiva.
Las muchas publicaciones técnicas, cursos y másters impartidos por universidades, a fecha actual, no han logrado que la actividad de la actividad del perito calígrafo pueda reconocerse como titulación homologada ni tan siquiera un estudio oficial.
La cantidad de tecnologías y métodos alternativos a la rúbrica que existen hoy día,no logran combatir la primitiva costumbre de la firma manuscrita como método de formalización de un contrato.
La simple negación de una persona a reconocer su firma o la falsedad de la misma, pueda dar lugar a la perdida de derechos reales.
El estudio de una huella dactilar como alternativa a la firma, es mas objetiva que la rubrica como método de identificación de las partes en la formalización de un contrato.
Se echan a faltar iniciativas legislativas, que vayan retrayeno el uso de la rúbrica como método de formalización de contratos, a tenor de la gran variedad de alternativas con métodos tecnológicos existentes para identificar a la persona firmante de un contrato.
La costumbre histórica del cotejo de letras, o la elegancia de la firma manuscrita, quizás sigue siendo la única razón por la que entendemos que se continúan firmando contratos de forma manuscrita, pues desde hace decadas ya podríamos emplear la estampa de la huella dactilar en contratos, como método de identificación no solo eficaz, si no también objetivo.
Existen técnicas mas eficaces para identificar a las partes que firman un contrato, sin embargo, continuamos con la costumbre.
Cuando alegamos que la técnica del perito calígrafo no es una ciencia objetiva, nos referimos a que la firma no permite identificar con precisión y seguridad a una persona, igual que lo hace una firma electrónica, el iris del ojo, su adn, una contraseña alfanumérica o la imprenta de una huella dactilar.
A pesar de lo expuesto, los peritos calígrafos como personas entendidas bien en ingeniería o tecnologías de cotejo de firmas y documentos, podemos lograr comparar y realizar aproximaciones estadísticas de rasgos y movimiento de escritura muy particulares que nos permiten identificar a las personas, con un alto margen de error, que no se produciría en la huella dactilar, el adn, la contraseña alfanumérica, el iris del ojo, o simplemente la firma del documento ante presencia de la buena fe, notarial
La ingeniería actual nos permite, mediante instrumentos medir y comparar los trazos de la firma dubitada con rubricas indubitadas de una misma persona, y junto a una experiencia en esta labor es posible identificar al autor de una rúbrica, aún todavía con un alto margen de error humano en el dictamen.
A pesar de la subjetividad, gran margen de error y subjetividad que existe en el peritaje caligráfico o documental, queremos dejar claro que es posible la identificación del autor de una firma, a pesar de que la rubrica no sea el sistema mas seguro de identificar a una persona a fecha actual, ni tampoco se haya logrado informatizar el reconocimiento automatizado de una persona por su firma, como si se ha logrado por otras técnicas, como su impresión de huella dactilar, iris del ojo, adn, firma electrónica, contraseñas alfanuméricas e incluso reconocimiento facial.