Es evidente que los verdaderos héroes salvadores protagonistas de esta cuarentena la lideran los sanitarios, seguidos de todos que hacen posible que tengamos servicios y productos básicos. Para ellos, el aplauso diario, como símbolo de agradecimiento, de todo lo que merecen, y que seguramente, no podamos compensar.
No obstante, hay otros héroes, a los que me dirijo en este artículo, aquellos padres y madres en cuarentena con niños.
No es tarea fácil combinar todas las tareas. El teletrabajo, al que mayoritariamente no estamos habituados, y que puede ser más complejo. Añadiendo, esas pequeñas personitas dependientes, con mucha energía y necesitados de estímulos continuos que saciar.
Son tiempos difíciles para todos, nos estamos enfrentando a una pandemia sin precedente, y debemos empatizar más que nunca. Por ello, debemos respetar a quién nos llama desde casa, sin temer que escuchen al pequeño/a.
Encontrar tiempo para el trabajo, buscar ideas en internet, llevarlas a cabo, y, además, la casa, la pareja si se tiene, y para uno mismo (por salud mental), más vale que seas un freaky del tetris temporal!
Si añadimos que los trabajos sean «esenciales«, guarderías cerradas, y abuelos aislados, tenemos un combo ¡A la excedencia sin cobrar!
Pero no debemos olvidar que sin salud, no existe el resto, y ver el vaso siempre, medio lleno. Disfrutar de los pequeños, y aprovechar la oportunidad de compartir con ellos el tiempo que haga falta.
Yo, he aprendido a ver una piscina en una caja de cartón, y las piezas del puzzle su agua, parar en medio del pasillo porque habíamos llegado a la playa, y hacer castillos de arena con cubos, cabañas con trona y mantas, y hasta un gorro de exploradora con el escurridor y un pañuelo!
Así que rienda suelta a la imaginación, creatividad, disfrutar, y el resto, si tiene solución, se solucionará. Y lo que no se pueda, no hay que darle más vueltas.
Un aplauso para tod@s los papás y mamás, en cuarentena con niños, que consiguen disfrutar y hacer un mundo de yupi a sus pequeños, sin salir de casa, porque ellos, los pequeños, también tienen mucho que enseñarnos.
