El miedo ante una epidemia de Ébola es una reacción de adaptación, es decir, que tener miedo es necesario para poder adaptarse a una nueva situación. Cuando hablamos de miedo hablamos de emoción básica y vital, una reacción psicofisiológica.
El miedo es adaptativo pero cuando se empieza a generar un estado obsesivo o sobreexcitado el miedo empieza a ser menos concreto a un hecho y se empieza a volver más general, se vuelve temor. Se puede llegar a generar un estado donde la persona pierde recursos para vivir o llevar una situación con normalidad. Reacción desproporcionada, excesiva y obsesiva hace que un estado adaptativo y mecanismo de defensa (miedo, la angustia o ansiedad…) se convierta en un problema para adaptarse a una situación o incluso problema de salud.
¿Cómo detectar entre miedo real y desajustado?
Cuando lo que provoca miedo tiene sentido y la supervivencia está en juego surgen respuestas vitales donde el cuerpo reacciona para adaptarse. Cuando los pensamientos pierden coherencia y sobreviene un sentimiento constante de miedo o temor a algo no tan concreto tenemos las primeras pistas de un miedo desajustado que nos puede limitar en una situación determinada e incluso afectar a la salud.
¿Cómo podemos gestionar el miedo excesivo?
Reconocer o darse cuenta del estado alterado y aceptarlo. Comprender que son mecanismos de defensa a una situación que nos desborda.
¿Qué podemos hacer?
La reacción puede ser tan rápida e intensa que cuesta darse cuenta y/o no se sabe qué hacer, es momento entonces de volverse observador de si mismo. Verse si mismo/a teniendo miedo, algo así como un espejo imaginario donde ver la imagen de uno/a mismo. Así pues, para un momento y obsérvese a si mismo/a teniendo la reacción «miedo».
Vamos a realizar un ejercicio, éste requiere un mínimo de entrenamiento, empecemos:
Cierra los ojos, siéntete y siéntate cómodamente, relaja los hombros, toma contacto con tu respiración, lleva las manos a tu bajo vientre y siente como se mueve. Ahora ves con tu imaginación a ese cine que sueles ir y siéntate en la butaca que más te gusta, mira la pantalla, tu eres el director, observese a si misma/o con esa reacción X, obsérvala por unos segundos, el rato que desees o necesites. ¿cómo te ves a ti misma/o? ¿que se dice ese/a tú a si misma/o? ¿como se siente el/la de la pantalla? Ok vuelve, mira e teclado y busca la letra j.
Con esta sencilla técnica de disociación se va tomando consciencia de si misma/o lo que permite manejarse mejor internamente además va cambiando por si solo el como te sientes en relación a esa situación limitante.
Tengamos en cuenta que cuando el miedo se vuelve reacción obsesiva, se pierde flexibilidad de movimiento fisiológico, diafragma pierde movimiento, también mental y físico como endurecimiento de la boca del estómago. Sea miedo obsesivo que tenga que ver con angustia, ansiedad o fobia algo podemos hacer al respecto, consideremos que cada estado se genera como mecanismo de defensa a una situación, el tema es poder estar con la reacción sin que nos desborde o incluso disminuya mucho. El hecho ha sucedido y no se puede cambiar, pero podemos hacer algo para llevar la situación de la mejor manera, incluso se puede aprender a desaprender y la siguiente vez nos encontramos con mas recursos, sea seguridad, confianza o saber estar, manejándose y adaptándose mejor a la mundo y las experiencias.
En todo caso no se trata de negar el miedo si no de reconocerlo, aceptarlo y generar recursos internos o aprenderlos para manejarse con la situación. También es importante informarse bien en diferentes fuentes en lo que concierne al problema en cuestión.
más información sobre el Ébola
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001339.htm
http://www.cun.es/actualidad/temas-destacados/ebola
Joan Ambrosio Nieto
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