Navidad y el espíritu navideño
Un deseo repetido en navidad «Salud, amor y dinero», eso dicen… Lo primero es tener salud propia y las de tus seres queridos, porque sin ella, no puedes disfrutar nada del resto.
La navidad se ha convertido en una fiesta totalmente materialista y comercial, y yo soy la primera que me encanta recibir sorpresas aunque luego cambie la mitad, y “pedir” regalos para los demás aunque a veces no se acierte, suerte que la magia casi siempre trae un tique regalo.
Pero por otro lado tengo la gran suerte de valorar lo que tengo, una familia maravillosa, con la que comparto comidas copiosas, risas, anécdotas, villancicos, y donde ves a los más pequeños con vergüenza por cantar uno de ellos! Reuniones que en navidad nunca faltan, a pesar de las vidas que cada uno lleve durante el año, y donde todos hacen por volver en Navidad, como aquel anuncio de turrón.
Y es que a veces perdemos la magnitud de lo que realmente importa, y eso lo digo porque desgraciadamente, en el estado económico actual, hay mucha gente que no se puede permitir pedir a Papa Noel o a los Reyes un regalo, y tal vez se sientan mal por ello, pero los regalos más importantes no se compran con dinero.
El babero de cuando eras pequeñ@, una fotografía del baúl de los recuerdos, un collage de ellas, o un valioso tiempo! Tiempo pasado con aquellas personas que te importan! Cuanta gente mayor espera todo el año que vayan a visitarla, y por el ajetreo de la ciudad, trabajo… se deja para el día siguiente, día siguiente que a veces no llega…
Para mí, la navidad es amor, amor por la gente que quiero y con la que quiero compartir muchos momentos, algunos buenos y otros no tan buenos (porque para eso también estamos), con familiares, amigos y brindar por aquellas personas importantes de nuestras vidas que se han ido al cielo, ellos querrían vernos disfrutar.
No hay que negar, que el último de los tres del refrán ayuda, el dinero, y es solo en parte necesario, mínimo, aprovecho para comentar que podéis apuntaros a la bolsa de Peritos Judiciales Barcelona para colaborar en ello, pero sobre todo lo que importa es el espíritu navideño, el amar, compartir.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita! Y desde este modesto artículo, os animo a que dejéis por un momento todas vuestras preocupaciones de lado, seguro que algunas veréis que ni lo son, y os paréis a pensar todo lo bueno que tenéis, y valoréis lo que realmente importa, que en ocasiones temporalmente olvidamos, y ahora que ya sois conscientes, disfrutadlo!
FELIZ NAVIDAD! FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO! lleno de salud, amor y si puede ser, algo de dinero!
